Haciendo normalidad de lo anormal.

Muy buenas a todos y todas.

No suelo ser más crítico con lo que hacen los demás que con las cosas que yo mismo hago.

Pero es que veo que la naturalidad que se le otorga a todo lo que se hace y todo lo que se dice hoy en día, genera monstruosidades y caminos que no conducen a ningún lado.

«El sueño de la razón produce monstruos» es el nombre de un grabado de Goya, y además una afirmación de una lógica aplastante.

Damos por normal todo lo que a alguien diga, da igual quién sea, con el apoyo de las redes sociales y los medios de comunicación. Ya se sabe que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, y que se hace verdadera la otra frase popular «difama que algo queda». Con lo que tenemos el perfecto caldo de cultivo para degenerar la realidad hasta hacerla irreconocible.

Judicializar la sociedad, haciendo que cada frase o hecho deba quedar patente vía denuncia o pase por normativa, es una aberración de influencias anglosajonas. Si no hay normas, se inventan, hasta ridiculizar lo ridículo. Os pongo dos ejemplos.

  • Ley de Kentucky: «Ninguna mujer deber aparecer en traje de baño en ningún aeropuerto de este Estado a menos que sea escoltada por dos oficiales o a menos que vaya armada con una porra. Las disposiciones de este decreto no serán aplicadas a mujeres que pesen menos de 90 libras (aprox. 40kg.) o más de 200 libras (aprox. 90 kg.), ni serán aplicadas a yeguas».

  • En MarshalltownIowa, los caballos tienen prohibido comer bocas de incendio.

Aquí no estamos tan lejos de los EEUU, vamos a la zaga, así se comprende que Ser Vegan es Fàcil (SVF) publique cosas como esta:

Entrada en Facebook de Ser Vegan es Fácil

Actitudes que se tornan de lo más normal como humanizar a los animales o igualar a todos por un mismo rasero  son de lo más común, sin pararse un segundo siquiera a razonar lo que se escribe.

Esto es sólo un ejemplo. No estoy en contra del mundo vegano, pero podríamos buscar y rápidamente encontrar otros casos similares en otros ámbitos.

Habría que hacer una norma, habría que hacer una ley, esto tiene que ser regulado…para luego saltárnoslo a la torera (no se me ofendan los toreros) y hacer excepción de la norma lo que nos interese. Dicen que «la costumbre hace ley, y no al revés».

El diccionario de la RAE, se queda en mantillas cuando escuchamos términos como LGTBIfóbico

LGTBIfobico

heteropatriarcado

heteropatriarcado

Aquí cualquiera coge un prefijo, un (lo que sea) y un sufijo, lo combinas y ya tienes palabros que de leerlos, escucharlos, y su runrun permanente nos parecerá de lo más normal.

En fin, dicho queda.

Recibid un saludo

Juanjo O’Pater