A toro pasado, todo son pulgas

Buenas a todos y todas.

Ahora que ya no resuenan las sirenas; ahora que ya la gente no grita ni está pendiente de lo que se dice, con la perspectiva de varios días de por medio, me gustaría decir lo que se me pasa por la cabeza después de tanto espectáculo circense.

Jueves 17 de agosto de 2017, una furgoneta irrumpe en el bullicioso paseo de ramblas de Barcelona, y siembra el pánico y el horror entre la multitud que allí había. Cuando ya se estaba encajando la cabeza por lo que había sucedido, en la localidad de Cambrils, de madrugada se intenta repetir la misma masacre, pero no llega a tanto.

No estoy descubriendo la pólvora, porque lo que hago es sintetizar lo máximo posible lo que pasó, alejándome de sentimentalismos y de entrar en más detalle.

Una desgraciada circunstancia como esta, saca a flote lo más miserable y lo más noble de la población real y virtual. 

Se monta la carpa del circo mediático, atrayendo como moscas a informativos de todo tipo, color y nacionalidad. Todos opinan, todos saben, todos creen…Y nadie sabe ciertamente nada, se conforman con repetir lo mismo una y otra vez durante días, rellenando los minutos de programación con las mismas y repetidas hasta la saciedad, escenas de las cámaras de vigilancia, y de las cámaras de los teléfonos móviles de la población.

Una espiral multimedia de vídeo, fotografía y espectáculo sangriento.

Se juega a presentar el vídeo más escabroso, la tomas más irreverente y las imágenes más impactantes, sin centrarse en el asunto verdadero, que es precisamente ¿qué está pasando?.

Con el paso del tiempo, surgen verdaderos expertos que tratan el tema impartiendo cátedra de su conocimiento y dando consejos a quien no se los pide. Los mismos especialistas que ayer hablaban del mundo rosa del corazón y anteayer de lo cara que estaba la vida en Burundi. Con la misma vehemencia.

Paralelamente, están echando humo las redes sociales, compartiendo minuto a minuto, y segundo a segundo la amalgama de opiniones, medias noticias, creíques y penseques… poniendo en boca de los demás, palabras que nadie pronunció, generando una vida paralela donde ya ni se reconoce la madre que los parió.

Y empezamos a mezclar.

Mezclamos varios conceptos que poco o nada tienen que ver unos con otros. Nacionalismo, terrorismo, Inmigración e Independencia. Cualquier ecuación es válida para poder mezclar. Nacionalismo+terrorismo, terrorismo+independencia, independencia+inmigración… Todo vale y seguro que hemos leído palabras sobre cualquier mezcla.

Y cuando ya no resuenan los gritos de los heridos, cuando han abatido hasta el último de los terroristas, seguimos haciendo ecuaciones con lo que podía haber pasado si, pero no ha pasado por…Si mi papá es mas fuerte que el tuyo y te va a pegar, ya verás..

La rueda sigue girando como una noria donde revolvemos la última palabra con la primera, porque ya ni nos acordamos de lo que dijimos cinco minutos antes, y nos decimos y desdecimos tan rápido que ya no sabemos ni lo que pensamos.

Yo no soy catalán, pero amo a Cataluña tanto como a España. Y me duele ver que se nos va el vino en catas de esta manera. Perdemos la perspectiva de que los heridos y muertos son tan catalanes como griegos, belgas o argentinos. Ellos no entienden de nacionalismos estúpidos, que nos hacen discutir al lado suyo, mientras grita de dolor y esperamos ver quien tiene más razón para atenderlo.

Vergonzoso comportamiento de unos y de otros.

Recibid un saludo

Juanjo O’Pater

 

Con Cataluña y España. | La crisis actual

Teorema estival de O’Pater

Saludos a todos y todas.

Después de realizar un muestreo lo suficientemente amplio como para llegar a conclusiones, he decidido lanzar el primer teorema de comportamiento estival de O’Pater.

Dice así.

Reunidos tres o más elementos adultos en conversación, la probabilidad de que uno de ellos como mínimo, tenga la posición braquioflexionada (vulgo «en jarras») es del 97’5 %. Este porcentaje puede ser mayor en razón de varios factores externos. A saber.

  • Proximidad de los elementos a la orilla del mar (más cerca, aumenta, disminuyendo cuando se alejan)
  • Interés de la conversación ( a más interés, mayor probabilidad)
  • Cantidad de elementos en la conversación (aumenta a mayor cantidad)

La posición puede ser determinada como monobraquioflexionada o biraquioflexionada, en razón de los brazos que se encuentren en dicha posición.

 

Recibid un saludo

Juanjo O’Pater